viernes, 10 de octubre de 2008

Silencio, llueve

Hoy, al margen de que sea hoy, llueve apaciblemente. Llueve desde algún rincón del mundo, solemnemente, indescifrablemente. No tengo nada en contra de la lluvia que rompe con el silencio. Sí, en cambio, con todos los que ignoran que, mejor que hablar es escuchar el sonido de las esferas.
Se ha devaluado el silencio per se, auténtico momento de intimidad con uno mismo. Único momento en el que se vislumbra el abismo y se siente que estás solo. Alejadme de los que no respetan el silencio, que temen detenerse y escucharse. ¿Serán cuerpos sin mente?, ¿autómatas del mundo?, ¿ignorantes?, ¿cobardes?... No puede haber bienaventuranza para los que huyen.
Ya no llueve, y mi silencio lo está rompiendo el vecino con su música. No será bienaventurado.

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